sábado, 24 de noviembre de 2012

¿PROSPERA TREGUA? - Columna para El Nuevo Siglo


La decisión de la tregua unilateral de las autodenominadas FARC de 60 días tiene pensando a más de uno. Algunos dicen que es una jugada para reposicionarse a nivel mundial como los “buenos” de la negociación de paz, mientras otros plantean que un riesgo enorme porque pueden poder en evidencia la falta de control sobre algunos frentes y tropas, y desnudar una posición débil a nivel de negociación.

Más si se piensa un poco más y con algo de actitud “maquiavélica” se podrían explicar otras interpretaciones: la primera y más simple, que lanzan el tema del día del fallo del diferendo con Nicaragua para que nadie les pregunte por eso (ya que a la fecha no han tenido ninguna posición por la pérdida de territorio del “pueblo”); la segunda un poco más escabrosa, podría ser que el cese al fuego es el uso de la realidad que están divididos para mostrar a la opinión pública que todo ataque de las autodenominadas FARC es una defensa contra ataques del ejercito y así minar la imagen de las tropas en la comunidad internacional y causar una cortina de humo ante los conflictos internos que tienen sobretodo con los frentes del sur.

Obviamente la probabilidad de que esto salga más es muy grande, ya que si el gobierno ataca un campamento por medio de un bombardeo, bien pueden salir a decir que un crimen de guerra por que ellos estaban en guerra y pueden surgir demandas de terceros (de cualquier tipo de organización de derechos humanos) que acusen de homicidio a las tropas del ejercito, y en caso que algún frente de las autodenominadas FARC hagan un ataque, será para defenderse del ejercito.

Si bien el gobierno no cayó en la trampa de hacer replica a la tregua, si quedó contra la pared, porque está no es otra cosa que un caballo de Troya que puede minar el proceso, mejorar la imagen de la guerrilla y dejar a las tropas a la merced de la justicia.

¿Qué hacer?, algunos pueden decir que se aprovechen los momentos en que ellos ataquen para mantener el enfrentamiento y lograr avances estratégicos, otros dirán que se puede aprovechar para reacomodar la tropa y cerrar las salidas de la droga (que cada vez es mas cerca de Tumaco) o bien es momento de un ataque masivo, aprovechando que ellos quedaron muy mal posicionados con la liberación de los Chinos, después de decir que no tenían secuestrados.

Las autodenominadas FARC siempre han mentido, jugado con la mentira y la ha usado como arma de descompensación, por esto es fundamental que los medios de comunicación y la sociedad civil de verdad, hagan un seguimiento del cese al fuego y muestren si se cumplió o no, porque en este momento es fundamental que lo que esta guerrilla diga se pueda demostrar como cierto, o de lo contrario el proceso de paz queda muy frágil.

Colombianada: Sin embargo es curioso como las guerrillas no han dicho nada del fallo de La Haya, ni el presidente de Venezuela.

martes, 20 de noviembre de 2012

TRES COSAS SOBRE COMPRAS HOY, Columna para La República


Cuando pensé escribir esta columna, realmente pensé en escribir tres columnas pero los elementos que las diferencias no son tan contundentes como aquellas que en las que confluyen.

Estamos en un fenómeno de cambio estructural en el comprador y el consumidor colombiano, causado por tres flujos fundamentales: mayor capacidad de ingreso, adaptación de tendencias globales y el impacto de la política monetaria. Estas tres fuerzas están modificando el comportamiento de los compradores y están siendo claramente evidenciadas.

No hace mucho el Superintendente Financiero escribió una brillante columna en las páginas de este diario, donde nos recuerda que la política monetaria tiene un regazo entre su promulgación y en llegar a las tasas de los hogares y que obviamente la tasa de usura no la fija la Superintendencia, ya que sólo la calcula, más se le olvido mencionar que desde los cambios en las provisiones para los bancos, al final también causan en efecto en las tasas, que se transmite inclusive más rápido. Esto ha causado que la tasa de interés de las tarjetas de crédito – que son al final las conocidas por el comprador – continúen subiendo pese a los mensajes de reducción del Banco Central, lo cual causa dos efectos claros: contención de compra y un mensaje de riesgo presente. Esto quedo claro con la declaración que hizo el FMI ayer donde afirma que “la moderación del crecimiento observado en 2012 es por mucho consecuencia de las políticas de administración de la demanda adoptadas para contener el riesgo. La contracción monetaria y las medidas macroprudenciales para reducir el alto crecimiento del crédito y las medidas para reducir el déficit fiscal y la deuda pública, han dado lugar a una moderación bienvenida de la demanda agregada” (ver, IMF Concludes 2012 Article IV Mission to Colombia,  Press Release No. 12/447)

Esto ha llevado a que el mercado deba reaccionar con medidas de mercadeo y comerciales contramonetarias, que han llevado a cambios culturales: el primero y menos relevante en el corto plazo, es la adaptación a tendencias globales como las maratones y los conciertos internacionales; esto muestra que se esta gestando un cambio en el ocio muy importante en el país, donde existe una mayor disposición de tiempo y de gasto en este rubro, lo cual será una tendencia fundamental en los próximos años.

Por otra parte, el comercio ha continuado su tradición de comenzar la temporada de navidad desde finales de octubre, intentando alargar la temporada, reduciendo el impacto del frio tercer trimestre; más, a esta tendencia se unió la ciudad de Bogotá con una iluminación temprana que no se comprende claramente en un momento de austeridad pública y de la potencia sequia y necesidad de ahorro de agua y energía; la única explicación razonable es que la alcaldía y la Empresa de Energía de Bogotá se estén plegando a la dinámica comercial y planteen una temporada navideña de dos meses con el fin de motivar al comprador y darle algún tipo de emoción positiva al Bogotano, mientras muchos debates fundamentales de la ciudad se tienen en diversos escenarios.

La contracción monetaria, el cambio en el consumo de ocio y la megatemporada de navidad confluyen en un momento en que el comprador puede estar temeroso de hacer un gasto excesivo ante los mensajes de un 2013 menos dinámico, pero donde evidentemente se da gustos más allá de sus necesidades, y en un escenario de aumento de gasto como siempre ocurre en el segundo semestre, dejando ver que pese a las señales negativas, el comprador esta dispuesto a gastar inclusive en su canasta de ocio; por esto parece que noviembre y diciembre serán positivos para el comercio, la banca (por las tasas altas) y hasta quizá para la administración pública de Bogotá, que podría recibir algunos dividendos de imagen por la eficaz ejecución de la ilumuninación de navidad, pese a sus problemas de ejecución en otros frentes.

Así es la prenavidad: Compras, Ganancias y luces para no dejar ver bien las condiciones de mercado y donde el comprador se puede equivocar.

sábado, 17 de noviembre de 2012

DE UNA CIUDAD DE LADRILLOS, Columna para El Nuevo Siglo


No hace mucho se presentó una reflexión sobre el rol de las ciudades en la definición de los nuevos poderes, debido a que al desaparecer los grandes enemigos mundiales y el surgimiento del terrorismo, las ciudades serán el foco objetivo de presión y sin duda el nuevo campo de batalla, como ocurrió en Chicago en los treintas.

Las ciudades son el espacio de mafias, carteles y grupos de poder que mantienen su capacidad de temor por medio de la extorsión, las ejecuciones y la llamada “seguridad privada”, que permite que el comercio ilegal del momento (licor hace 100 años, hoy droga y celulares robados) genere rentas importantes; esto sin duda se apalanca en la corrupción a las fuerzas policiales, la justicia y el desafortunado involucramiento de muchos sectores de poder. Esta tendencia global, que para muchos es inevitable, en Colombia es una realidad desde hace muchos años, con una fuerte consolidación en los últimos tiempos por la presencia de grupos criminales que vienen de los procesos de desmovilización de los grupos al margen de la ley.

¿Qué hacer?, más allá del necesario actuar policivo, es fundamental comenzar por lo lógico: comprender el fenómeno. Al parecer todo surge del inevitable ejercicio de los mercados negros ilegales y la falta de oportunidades en las urbes, así mientras las ciudades sigan recibiendo grandes migraciones de mano de obra no calificada, esta se verá tentada al delito para lograr mayores ingresos e insertarse en la calidad de vida que la ciudad ofrece, pero desafortunadamente los puestos de empleo no crecen a la misma velocidad y requieren fuertes niveles de capacitación.

Por otra parte el delito existe porque alguien lo definió como tal. Hoy la droga es prohibida y por esto la industria privada no esta en el proceso, pero como existe demanda, alguien la debe suplir, causando la criminalidad, la victimización y los costos sociales del proceso. Por otra parte, esta el criminal cruel, que es aquel que aterroriza a los ciudadanos, industriales y comerciantes, extorsionándolos, lo cual es sin duda el problema más complejo, porque no surge de desequilibrios de mercado, sino de personas que realizaron una transformación cultural donde la vida el otro ya no tiene valor.

Hoy nuestras ciudades comienzan a sufrir de esto, y seguramente esto será más complejo en próximos meses, debido a que hay un fuerte desequilibrio en el mercado laboral de las urbes y llegan a las ciudades personas sin valor por la vida, causando una violencia urbana que será el foco de la política pública en poco tiempo. Veremos el surgimiento de capos como Al Capone en las ciudades principales, controlando los desequilibrios de mercado laboral y los segmentos prohibidos, con la moral de la muerte; pero con un perfil diferente al de hace 30 años, porque estarán conectados mundialmente para hacer este crimen más rentable.

En esas ciudades crecerán nuestros hijos, trabajaremos, haremos industria y buscaremos la forma de ser felices, bajo un manto continuo de temor, donde lo único que podrá ayudar es tener un gran cambio cultural: volvernos sapos, denunciar, no temer y creer en las autoridades. Todo depende de nosotros, y sin duda será muy difícil, por eso debemos comenzar desde lo simple: no le diga a su hijo que da quejas, que es un sapo y que eso no se cuenta, o de lo contrario después no podremos cambiar la tendencia.

Colombianada: es cierto, nuestra sociedad de debe volver verde.

viernes, 16 de noviembre de 2012

¿ESTATIZAR O NO? Columna para La Republica


En el congreso del Partido Comunista en  pasados días, Hu Jintao afirmó en su discurso, que “es preciso respetar más las leyes objetivas del mercado” pero también “consolidar y desarrollar sin vacilación alguna la economía de propiedad pública”, dando eco a las reflexiones de la revista británica The Economist de semanas anteriores sobre la nueva ola de estatización en los Estados.
Esta tendencia claramente es una alternativa para solucionar algunos problemas, y sin duda, la ola de privatizaciones que se consolidó en la década de los noventas, deja hoy una serie de reflexiones importantes en diversos sectores, pero al mismo tiempo grandes triunfos en productividad y reducción de la corrupción pública.
Hoy algunos muestran los “éxitos” de la estatización en Venezuela, porque los indicadores sociales de cobertura han mejorado según las estadísticas nacionales, pero es evidente que en muchos casos estos datos están afectados por la distribución de recursos del Estado de manera directa, lo cual no causa cambios reales en las estructuras sociales y por ende económicas.
Así, el debate de la estatización que está viviendo Bogotá sobre la recolección de basuras está claramente mal enfocado. Se debe reconocer que la política de privatización de la recolección de basura mejoró enormemente la situación de aseo en la ciudad, que era grave hace 20 años, donde los residuos se tomaban los andenes, calles, potreros y no era claro el esquema de disposición; hoy, Bogotá es ejemplo en el mundo de recolección y mantenimiento de la ciudad libre de residuos.
Más, el Alcalde propone retornar este monopolio al Estado, sin presentar más argumentos que reducir la carga de costos en los hogares; situación que seguramente surge de la renegociación con los operadores y sus costos referidos, que según el Alcalde (que no ha mostrado un estudio claro sobre el tema), presentan tarifas muy altas; en este sentido el razonamiento del Alcalde está equivocado porque el costo de una tarifa del sector privado casi siempre es inferior que la que el sector público puede prestar y la decisión de privatizar un sector no puede ser un tema de tarifas, ya que los resultados son evidentes.
Pensar que un servicio pase a ser estatal significa que el presupuesto nacional respalda el gasto de esa organización y que el marco legal de los empleados es de empleados públicos, lo cual causa serias inflexibilidades, cargas pensionales, garantías presupuestales y vínculos con las decisiones electorales, causando que un sector eficiente termine cayendo en un sobrecosto que en la tarifa presente no se refleja, pero afectará las finanzas públicas en el mediano plazo.
Esto deja ver que el rol del Estado como proveedor de servicios genera costos indirectos muy altos, que sin duda afectan los resultados mismos del servicio y compromete el presupuesto público sin necesidad, y éste es el fondo real del problema: algunos consideran que no es concebible que por medio de servicios públicos se puedan obtener rentabilidades privadas en su prestación por la naturaleza de servicio público, más la presencia de estas utilidades hace que los sectores sean más eficientes, competitivos e innovadores.
La estatización sin duda tiene beneficios de corto plazo y es popular, mas genera inflexibilidades y sobrecostos en el mediano plazo, causando que los recursos públicos terminen financiando dichas ineficiencias; por esto no podemos caer en falsos debates sobre el rol del Estado, los derechos ciudadanos y la libertad de mercado, porque por medio de juegos de palabras o errores de interpretación, al final asignar recursos públicos para cubrir ineficiencias simplemente produce más inequidad que la que generan las rentabilidades del sector privado en la prestación del servicio. Más allá del debate de si es el legal o no, todo indica que es no es costo eficiente para la ciudad.

sábado, 10 de noviembre de 2012

NUEVA DEMOCRACIA, columna para El Nuevo Siglo


Sin duda las elecciones en Estados Unidos afectaron a todo el mundo, pero en particular a los Estados de la unión.

Este martes no sólo se votó por la Presidencia sino que se realizaron 176 plebiscitos en 38 Estados, buscando desde la vía democrática la modificación de normas presentes que según los ciudadanos deben adaptarse a la nueva realidad o bien a las nuevas costumbres y aceptaciones.

Temas como el matrimonio homosexual, el consumo de mariguana, aumento de impuestos a ricos para financiar la salud, el rol de Puerto Rico e incluso la regulación de etiquetas de alimentos orgánicos fueron propuestos por la población para hacerle saber a sus gobernantes que desean esos cambios, y en muchos casos se logró, y en otros no pero por diferencias de votación muy reducidas.

Esto conlleva a un serio cambio en el esquema de la democracia como la entendemos, ya que la participación democrática comienza a llevarse un gran espacio en las decisiones públicas y esto es un claro resultado de las fallas de los partidos en poder interpretar y representar estas dinámicas.

Los norteamericanos nos están dando una lección muy importante: que si los órganos legislativos y judiciales no aceptan las nuevas realidades y norman consecuentemente, la población lo exigirá en las urnas y deslegitimará el mismo ejercicio de la representación.

Colombia no está lejos en esto, aunque los plebiscitos y referendos deben pasar por el Congreso y esto limita esta dinámica, más las Cortes si han seguido la línea de fallar y sentar jurisprudencia sobre temas fuertes como aborto, derechos homosexuales y consumo de drogas, pero con las lógicas limitaciones del poder.

Es evidente que el mundo tiende a la búsqueda de una mayor libertad individual y está dispuesto a asumir las consecuencias de esto, pero el camino que  ha quedo es de la participación directa ante la negativa de las instituciones de entrar en esta misma dinámica o bien ir a la misma velocidad.

Claramente las instituciones deben ser muy prudentes en hacer cambios culturales porque no siempre es claro si la tendencia de hoy será una realidad o simplemente es una situación coyuntural, más también es claro que éstas instituciones se escudan en ese pretexto para mantener una sociedad moderna en una realidad postmoderna, porque simplemente deben mantener el rol de las instituciones o ser llamadas a desaparecer por el mismo cambio.

Esta nueva democracia – que no es otra cosa que volver a la original – va a cambiar muchas concepciones de la política moderna, porque el ciudadano está ejerciendo su poder y su opinión, más allá de los intereses tradicionales. Realmente los Estados Unidos, ya no son tan unidos como pensábamos.

Colombianada: ¿Está Ud. de acuerdo o no con que en el país se aprueben plebiscitos y referendos los días de elecciones para cambiar las normas?

miércoles, 7 de noviembre de 2012

¡CLARO QUE SI!, Columna para La República


No puedo estar de acuerdo con la premisa de regular la posición dominante; porque debemos caer en cuenta que la discusión que se esta tomando con Claro (Comcel) no es otra cosa que un castigo al libre mercado, y si esto toma forma, simplemente la inversión privada recibirá una gran desmotivación.

Son muchos los sectores donde hay la llamada posición dominante, porque por diversas razones algunos productos o marcas lograron un liderazgo tal que los puso en esa posición y su competencia no tuvo el nivel para alcanzarlos. No hablo de Bavaría que sin duda ha tenido un proceso diferente y de más de 100 años, pero si del caso de Almacenes Éxito, Avianca, Bancolombia, Nielsen entre otros (y nombrando sólo servicios), lo cuales ostentan participaciones de mercado superiores al 50% en sus segmentos, y sin lugar a dudas logrado por medio de estrategias, continuidad y satisfacción al consumidor.

Por esto permitir que se diga que Claro tiene una posición dominante porque es la única empresa que no cambio de marca en todos sus años de existencia, porque expandió las torres, desarrollo productos y servicios, logrando tener la mayoría del mercado, es un error enorme para el mercado.

Sin duda Claro tiene errores de servicio, pero al mismo nivel que el sector, y según algunos esto tiene que ver con el espectro que el gobierno les ha asignado y según otros porque comparten las torres con otros operadores; es decir, que en buena parte sus fallas en servicio no es culpa de ellos.

Por esto llamo a la cordura y tomo una posición clara en la defensa del libre mercado (sabiendo que no faltará el que me llame neoliberal de manera despectiva, sin siquiera saber que es eso): Colombia no debe castigar a las empresas que por medio de ejercicios de mercado han logrado la mayoría del mercado, porque eso no es un monopolio, es una mayoría de mercado lograda debido a los niveles de la competencia y su capacidad de sortearlos. Monopolio sería si todos los smartphones que se vendan en Colombia deban ser de Claro por un acuerdo entre marcas, como ocurrió con Microsoft en los noventas.

Si no defendemos nuestras instituciones económicas por encima de la tentación de defender a las minorías, bajo premisas falsas como “ser la empresa del hombre más rico del mundo”, veremos como las normas que nos han llevado a la situación económica que tenemos se desboronan por simples interpretaciones puntuales de la condiciones de mercado, causando que el día de mañana se regule la cantidad de cuota de mercado que una empresa puede tener, porque hay que defender a las minorías del mercado, conllevando una pérdida de bienestar al consumidor, ya que si son minorías es porque no son tan competitivas como el líder.

Dejen al mercado libre, como ocurre en vestuario, donde debido a un gran nivel de competitividad ninguna marca supera el 6% del mercado total, o el caso de las gaseosas o los vehículos, donde un líder histórico ha visto como su cuota de mercado se merma por nuevos competidores.

Si hoy no defendemos la libertad de mercado, y la potestad del consumidor de elegir, veremos como el estado copa la decisión de las personas y este camino nunca ha tenido un retorno fácil.

sábado, 3 de noviembre de 2012

EL SOFISMA DE LA TOLERANCIA, Columna para El Nuevo Siglo


En estos días viajaba en un taxi en la ciudad y el taxista me sorprendió con una reflexión muy profunda: al país le vendieron la idea de la tolerancia y eso es un gran error, porque tolerar es soportar que los demás hagan las cosas mal por supuestas razones de su diferencia y eso al final lo que hace es contener violencia que tiempo después se desata de manera inesperada.

Esas palabras me dejaron atónito, porque por más que busque en mi razonamiento una forma de debatir lo que el planteaba, al final era cierto.

Tolerar es aguantar y eso conlleva no sólo un sacrificio sino unas consecuencias complejas. De manera concreta tolerancia es la capacidad de resistencia de un material al ser estresado, y de allí las ciencias sociales tomaron el término, quizá bajo la concepción de buscar el mejor término que explicará como una persona puede aguantar la presión causada por la diferencia del otro; más es claro que ese estrés inevitablemente causa un efecto en el material, que buscará su forma original o bien se romperá.

Ser tolerante es un error, no debemos serlo. Debemos ser comprensivos y respetuosos de las ideas de los demás, pero no tolerar sus acciones, y más aún si van contra las normas.

Las consecuencias de la tolerancia son explosivas. Tomando el simple ejemplo del vecino que hace mucho ruido siempre y esto se tolera, llegará el día en que desembocará en un conflicto inesperado, porque no hubo comunicación entre las partes, debido a que el respeto por la actividad de uno supero el respeto por el descanso del otro.

Esto nos debe poner a pensar, más aún en un momento de reflexiones sobre paz en Colombia, que el respeto a las diferencias no conlleva tener de tolerar esas ideas. Convivir con la diferencia es fundamental en un mundo donde los conceptos absolutos han desaparecido, pero tolerar las ideas de otros puede desembocar procesos violentos.

Ese día fue un buen día. Un taxista me llevo a mi destino y me puso a reflexionar sobre el uso irresponsable que hacemos del lenguaje, porque simplemente parece interesante e inteligente, y no comprendemos que las palabras tienen fuerza y poder por si mismas, y su significado puede tener consecuencias concretas más allá que nosotros las definamos diferente.

Colombianada: Casi siempre el “yo tolero su acciones”, acaba en “ya no te aguanto más”.

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¿Mal Presidente? Por Camilo Herrera Mora En un chat de unos amigos muy inteligentes e informados, leí que estamos en un “Rookie Time”...