jueves, 30 de abril de 2015

¡EL MARKET RESEARCH FUNCIONA!

“Los focus group no sirven para nada”, “a mí nadie me ha encuestado”, “eso del neuromarketing es inmoral”, “cómo así que con 20 entrevistas saben cómo piensa el consumidor”; estas y otras frases han tomado carrera en el mundo del marketing en los últimos años, y por pendejos, los investigadores de mercado hemos dejado que se consoliden, porque hemos preferido darle la razón al cliente, y darle la vuelta a la conversación y decir que nosotros si lo hacemos bien, para asegurar la cuenta y no llevarle la contraria; pero la verdad es que los focus groups si sirven mucho si están bien guiados y reclutados; es casi improbable que a usted lo vayan a encuestar porque usted está por fuera del 95% del nivel de confianza; el uso de herramientas de neurociencia en marketing no es inmoral, lo inmoral es manipular al consumidor y al comprador; y finalmente, con 20 entrevistas (inclusive con 10) en profundidad se evidencia una tendencia comportamental de un nicho definido, porque las respuestas se vuelven repetitivas.

Llevo más de 20 años en investigación y las quejas continúan, pero todas esas empresas siguen usando la investigación de mercados como una de sus herramientas fundamentales para la toma de decisiones, seguimiento de indicadores y encontrar respuestas a las razones de por qué las cosas no salieron bien; esto se debe a una razón muy incómoda: La investigación ha demostrado históricamente que sirve, y que por décadas ha solucionado muchos problemas.

Lo que pasa es que el cliente duda de las investigaciones por diversas razones: (1) 9 de cada 10 resultados dicen que el cliente está haciendo las cosas mal, y eso no gusta; (2) el cliente no está formado en estos temas o se cree experto, y eso hace que debata el método y no analice los resultados, desvirtuando el trabajo porque toda metodología tiene limitaciones en sus alcances; (3) Cuando el investigador presenta, actúa de manera arrogante como si el cliente no conociera la categoría o que está pasando; (4) muchos investigadores hacen las cosas mal y superficiales para ajustarse al presupuesto del cliente, que en muchos casos es muy limitado, o bien porque el cliente no le da valor al conocimiento o porque el investigador no supo vender bien.

El gran problema de un mal investigador o una mala investigación es que nos afecta a todos porque daña el mercado. Un mal investigador es el que no explica que un focus group es para encontrar insights del mercado y las razones de por qué la gente hace algo, y que esto no es extrapolable a toda la población, y ante esto un cliente que considere que las cosas deben explicar todo el mercado, simplemente no lo considerará valioso; otro error común son las preguntas cerradas en los cuestionarios (lo cual crece y crece en la investigación web), ya que esto limita al encuestado a responder lo que quiere decir, y con las herramientas de worldcloud de hoy en día, ya las excusas del costo y dificultad de la digitación no existen; otro buen ejemplo de un error de investigación es el manejo de la respuesta “No sé”, que siempre se agrega a la No Respuesta, dejando pasar el enorme poder de poder identificar quién no sabe algo en la industria y definir estrategias de educación al consumidor o formación de audiencias. Y si bien hay muchos más errores que los ya mencionados, el peor de todos en mi opinión, es que el cliente casi nunca estudia por qué le está yendo tan bien, porque considera que es consecuencia de sus acciones y no de otros factores que deben ser comprendidos para la sostenibilidad del éxito.

Ahora, ha tomado carrera la idea del uso de herramientas de neurociencias en la investigación de mercados, y eso ha ampliado “la caja de herramientas del investigador”; desafortunadamente muchos creen que estas nuevas tecnologías son superiores a las pasadas y que desde ellas se pueden hacer las mismas cosas y mejor, pero la verdad es que al igual que la herramientas tradicionales, tienen enormes limitantes, por ser un método experimental y porque lo que evidencia es como reaccionamos biológicamente ante los estímulos y no por que hacemos una u otra cosa; tan pronto estas herramientas avancen en comprender la relación entre las reacciones naturales de nuestros cuerpos y nuestras decisiones, esto causará un enorme salto en la ciencia de la investigación. Sin duda esto es el futuro, pero no ha llegado.

La investigación de mercados y el estudio del comportamiento del consumidor han sido fundamentales para validar una gran cantidad de ideas e identificar problemas y oportunidades, pero ha comenzado a cambiar de manera impresionante, debido a la reducción de los costos de investigación y al proceso de segmentación del mercadeo, que cada vez menos necesita investigación de mercados, sino de consumidor, y pasan de buscar comprender el comportamiento del consumidor, a buscar las dinámicas de ese comportamiento para el futuro; es decir pasamos de medir mercados a consumidores, y de comprender el pasado a visualizar el futuro de las motivaciones de las acciones del consumidor. 

Por esto hoy hablamos de investigación a consumidor y tendencias, pero nada de esto es posible sin “la caja de herramientas” tradicional con focus groups, entrevista en profundidad y encuestas, a las que hoy se adicionan neurociencias, coolhunting, etnografías, métricas térmicas, big data, mindsets, experimentación en marketing o hasta ejercicios de prospectiva, debido a que el marketing ha avanzado y se ha tornado mucho más estratégico, y ha forzado a los investigadores a ir mucho más allá.

Hay dos cosas fundamentales por entender del mundo de la investigación hoy: el cliente dada vez sabe más y exige más, y las agencias tiene muchas herramientas exclusivas que les dan su diferenciación, pero que el cliente no las conoce por dentro y esto causa desconfianza. Por esto y adicionalmente a crear más herramientas y nuevas combinaciones de estas para crear más conocimiento, es fundamental que la agencias demos un paso enorme y seamos más transparentes frente al cliente, que al final se queda en un pobre debate sobre si la muestra es suficiente (porque es la parte que conoce del método) y no sobre la relevancia del método en cuestión. Al final todo es cuestión de método.

En pocos años nos deberemos enfrentar a que los datos y el conocimiento será libres y gratuitos, y ante esto muchos han escogido en crear diferenciación con nuevos métodos, sin darse cuenta que también serán libres en algún momento; la diferenciación siempre ha sido y será la misma: servir bien al cliente y pasar de datos a acciones ejecutables: al final a todos les gusta un buen ajiaco, que casi siempre tienen lo mismo, pero de alguna manera, cada cocinero logra algo único y espectacular para satisfacer la verdadera necesidad del cliente.

martes, 28 de abril de 2015

EL COSTO OCULTO DEL CONFLICTO HOY, Columna para Portafolio

¿Cuánto cuesta el conflicto armado colombiano?, es pregunta muy relevante de nuestra economía, más aún si se vinculan grupos subversivos, paramilitares, BACRIM y todas las formas de narcotráfico. Muchos investigadores han avanzado en estimar los costos militares, las voladuras de oleoductos e inclusive la pérdida de vidas, buscando una posible estimación de los costos directos, más cabe considerar que los costos indirectos de éste pueden ser mucho mayores.

Uno de estos esfuerzo de investigación lo ha liderado la Corporación Bienestar con el apoyo de RADDAR CKG y el CESA, con el fin de poder saber cuánto puede costar el postconflicto, bajo el objetivo de cuantificar el valor presente de este enorme proceso que el país deberá financiar y saber cómo esto afectará las finanzas de las empresas y de los hogares. 

Dentro de los hallazgos del estudio se evidencia que es posible que la economía debería haber crecido cerca de 1% más cada año desde 1959 (un año después de fundadas las autodenominadas FARC), es posible que nuestra economía fuera cerca de un 40% más grande, debido a los costos de oportunidad del conflicto. Estos costos hacen referencia a lo que se hubiese podido producir y generar ingresos con una mayor eficiencia del gasto público, la producción agraria y agroindustrial, la generación de valor de más de 200.000 personas muertas en edad productiva, la generación de infraestructura y una mayor inversión nacional y extranjera debido a un mejor entorno de producción entre otras variables. 

Esto deja ver que cada vez que en el tiempo que el conflicto ha estado presente, no solo a destruido capital sino que ha causado un efecto perverso de no crecimiento por el entorno que genera, y desafortunadamente hoy está pasando esto nuevamente.

Colombia esta sintiendo los cambios del entorno de la economía mundial, sobre todo por la devaluación causada por la caída del precio petróleo, que ha generado un efecto emocional en la demanda interna, que esta quieta esperando que pasa con los precios de los bienes importados y esto ha causado una contención de compra, que tiene al comercio afectado; a esto, se han sumado los últimos acontecimientos del proceso de paz, y en particular la masacre de 11 militares en el Cauca, que generaron una enorme indignación y dolor en buena parte de la población colombiana; esto causa que las personas sientan que las cosas en el país van mal, y esto hace que los hogares y las empresas demoren sus decisiones de inversión, frenando la economía y causando con esto una pérdida de cerca 0,5% de crecimiento del PIB, que puede que se recupere años después, pero demorando el crecimiento y causando pérdidas en el corto plazo en muchas industrias.

Esto lleva a comprender que cada hecho de la negociación en La Habana y los ataques guerrilleros y militares afecten la economía; por esto cada declaración del gobierno, cada titular de prensa (bueno o malo), cada opinión de la oposición y sus posteriores efectos en redes sociales puede frenar o dinamizar la economía, y por esto se debe ser muy responsable con las acciones, reacciones, titulares y declaraciones en una situación como la ocurrida la semana pasada, porque hacer que la gente no compre hoy esperando que algo pase, tiene costos enormes en la economía, el empleo y la calidad de vida de las personas. Este costo oculto del conflicto es mucho peor que el atentado mismo.

sábado, 25 de abril de 2015

PARITIS ELECTORERA, Columna para El Nuevo Siglo

Sin duda Santos tiene un serio problema de opinión pública como consecuencia de la pérdida de imagen por su distanciamiento con Uribe y el mismo proceso de paz; esto lo entendieron algunos sectores desde hace años como una oportunidad de presión política y económica, una forma de visibilizaión de líderes, generación de espacios de negociación por vías de hecho y sobretodo un mecanismo de consolidar masas electorales, por medio de promesas incoherentes, y lo que era un mecanismo extremo para crear espacios con el gobierno, se ha convertido en un ejercicio desgastado, donde los organizadores les importa muy poco el impacto que tienen en el total de la economía y la sociedad la defensa de sus derechos puntuales. Esto es la consecuencia de crear una cultura política donde priman los derechos sobre los deberes.

Ya paso el paro camionero (que se da cada dos años), comenzó el de profesores (que también es muy frecuente), vendrá el agrícola por papa y arroz, y seguramente al final uno judicial para continuar con las tendencias. Estos paros buscan hacerse antes de las elecciones de octubre, para mover las bases sociales de ciertos movimientos con el fin de captar adeptos y lograr medios de comunicación, sin importar los efectos que esto genere, bajo la valida premisa que el gobierno no ha cumplido con sus promesas, lo cual es cierto, y tiene su origen en dos componentes fundamentales: se hacen promesas para salir del paro y estas se demoran en ejecutar más de lo deseado porque en muchos casos no son posibles.

Este nudo gordiano de promesas incumplidas a muchos sectores sociales y la necesidad política electoral nos han llevado a un escenario de presión a las instituciones, de afectación a la población y de pérdida de confianza entre las partes. Hoy paran los maestros por un problema salarial, y ya nadie dice nada, pero los bancos cerraran un día por alguna diferencia con el Estado, las cosas serían diferentes. 

Hay que decir las cosas son: los paros son medidas de hecho y son de una u otra forma una forma de violencia, y por esto la continua afirmación de “es una manifestación pacífica” es falso a menos que no afecte las libertades de nadie, pero para muchos de estos “paristas”, la mejor forma de tener un gran impacto es pegarle de frente a las libertades de la población para que el interlocutor se tenga que agachar.

Se debe crear un nuevo mecanismo político para la minorías en tiempos electorales, se debería hablar con los sindicatos como si fueran gremios y construir en conjunto soluciones que mejoren el entorno productivo y sobre todo comprender que la historia ya es muy larga para que solo uno tenga la razón. El que pide debe dar, es simple.

Colombianada: hagamos un paro que exija el cumplimiento de los deberes de los ciudadanos, ¿no?

martes, 21 de abril de 2015

¿Y DESPUÉS DEL EMPRENDIMIENTO?, Columna para Portafolio.co

El buevo boom global es el emprendimiento, y en su mayoría por medio de propuestas digitales que generen bienestar la vida en el mundo digital o el mundo físico. Buenos ejemplos de esto es Facebook, Waze y Uber, que comenzaron como grandes ideas para solucionar mejor las necesidades de las personas, y tuvieron la fortuna de ser lideradas por emprendedores que estaban dispuestos a hacer todo para que fueran grande empresas y ahora están el punto de transformación más complejo que tiene toda empresa: dejar de ser un emprendimiento para empezar a ser una empresa, una institución.

Hay tres grandes problemas en la creación de empresas y que se han profundizado en los últimos años con este boom emprendedor digital. El primero es que al llamar al empresario emprendedor, de alguna manera la persona se prepara para emprender y no para crear, y esto hace que mucho de las bases de la construcción de las empresas para el largo plazo sean débiles. El segundo es que estos emprendedores hacen las cosas para obtener riquezas en el corto plazo, y no para satisfacer necesidades, por lo tanto fracasan fácilmente. La tercera, los emprendedores no comprenden el concepto de sostenibilidad, que es quizá el más importante de toda empresa: poder durar en el tiempo cumpliendo con la promesa.

Al llamar emprendedor a una persona que es capaz de crear una mejor solución para nuestras necesidades, producirla, comercializarla y tener postventa, es como decirle a un profesional que es un estudiante que primer semestre. Si el emprendedor entiende que siempre ha sido un empresario y que no debe pensar en el hoy sino en el futuro, éste construirá una empresa sólida y no una simple aventura emprendedora.

Una de las grandes enseñanzas de los grandes empresarios que ha tenido el mundo, es que casi ninguno ha hecho empresa para ser rico, sino para seguir su pasión y ayudar a los demás. Esto se nos olvida por la miope necesidad de tener más dinero hoy para disfrutar la vida, situación que indica que la persona no está haciendo lo que realmente quiere, sino buscando los medios para hacerlo.

Por esto cuando el emprendimiento llega a un punto de consolidación y de masificación relevante, llegan los inversionistas, que en la mayoría de los casos piden que el socio fundador continúe, porque es el que tiene el espíritu que formó la empresa y le aporta las capacidades faltantes para ser una gran institución como Apple, Microsoft, Ford o Coca-Cola; pero cuando el espíritu de pasión que dio origen a todo desaparece y se desvanece el foco de satisfacción de necesidad del consumidor y se focalizan las empresas a la rentabilidad bursátil, llegan los casos de Nokia, Kodak o Sony, que desarrollan el mercado y se quedan sin largo plazo.

Toda persona que comience una empresa debe comprender que está creando una nueva vida para el mundo, y que esta debe durar todo lo posible si cumple bien con el deseo de ayudar a las personas a mejorar cada día su calidad de vida implementando desarrollos en el producto según la dinámica de beneficiados, que cada día aprenden más; si no se está dispuesto a esto, se tendrá una empresa que durará unos años, como ocurre con muchos bares y restaurantes que simplemente dejan de estar moda y se cierran prontamente, mientras los que han comprendido el secreto siempre están llenos.

martes, 14 de abril de 2015

VERDADES INFLACIONARIAS, Columna para Portafolio

Digamos las cosas como son así sean incomodas: tenemos una inflación causada por el temor al efecto de El Niño y no por cosas fundamentales.

La inflación en Colombia se acerca al 5% anual debido a tres factores fundamentales: desde marzo de 2014 cuando el IDEAM (con datos de NOOA) dijo que era posible que en agosto comenzará El Niño; muchos amplificaron la noticia y dieron por hecho que este llegaría y afectaría las cosechas y la generación de energía, generando que muchos agricultores no sembrarán papa y arroz, y que las electrificadoras (apoyadas en un decreto nacional) aumentarán sus tarifas lentamente para “preamortizar” el efecto. Lo que se sumó la final del futbol colombiano, donde Santa Fe aumentó el precio de la boletería (más del 250%), afectando en por lo menos 6 puntos básicos la inflación, causando un sobre costo a toda la economía en 2015 que aún es difícil  de estimar.

Estos factores que hicieron que la inflación de 2014 fuera alta en comparación con años recientes, desembocó que la indexación de los precios en 2015 generará que los arriendos crecieran por encima del 4,5% y sumado al aumento de los precios del gas, la inflación continuará por fuera de la meta por lo menos el primer semestre del año.

Que la inflación sea del 5% en el primer trimestre y no del 3%, hace que un hogar comience comprando 100 cosa en enero y en abril solo pueda comprar 95 y no 97 como esperaba, y esas dos unidades que no se compraron, generan un freno en las compras de los hogares, que se origina en el precio de la papa, el arroz, la electricidad y los arriendos, los cuales no tienen casi ninguna relación con la tasa de intervención del Banco, porque esto no se paga con créditos, pero si frena muchas compras a que se harían, debido a que el ingreso disponible de los hogares se reduce en cerca de 2 puntos porcentuales, pasando de ser del 69% del ingreso a llegar a cerca del 71%, reduciendo el disponible de 18% a cerca de un 16%; es decir, esta inflación de 5%, causa un aumento de los gastos frecuentes del 3% y una reducción del ingreso disponible para bienes deseables, activos y mejora de calidad de vida cercano al 11%, donde se evidencia el enorme impacto que este efecto tendrá en mercado como carros, televisores y entretenimiento.

Este escenario negativo, quizá sea la solución misma de esa inflación. En el segundo semestre veremos cómo los aumentos de precios de los importados comenzarán a notarse pero en menor medida de lo esperado, no debido a que el impacto será menor, sino a que importadores y comerciantes no podrán subir tanto los precios debido a una demanda débil; esta tendencia se sumará a que los precios de la papa y el arroz se parecerán más a los del año pasado, y si bien serán más caros, sus tasas de inflación serán menores y esto mostrará un baja en la inflación total, que se sumarán a la caída del precio de la gasolina y al fin del efecto del Santa Fe en los precios, lo que llevará a la inflación a buscar su cómodo lugar por debajo del 4% anual, sin que el Banco deba mover sus tasas. Así, una mala lectura de una probabilidad climática nos llevó a un freno profundo de la demanda.

sábado, 11 de abril de 2015

TRES PREGUNTAS, Columna para El Nuevo Siglo

He aprendido que hay tres preguntas en la vida que nos dicen si estamos haciendo lo correcto o no, y que si alguna de sus respuestas no es la correcta, sin duda hay mucho por pensar, pero mucho más por actuar.

La primera es simple: ¿Si se  gana la lotería, seguiría en la misma labor que esta hoy? Muchas personas dicen que no, porque no volverían a trabajar, lo que deja ver que no están haciendo algo que realmente les apasiona. Hay que diferenciar que aún se esté en un cargo bajo en una organización, y otra es que es el tipo y sector en que se desea estar. Muchas personas dicen que pagaran deudas, descansarán un rato y volverán a seguir en su sector quizá con una empresa propia o comprando una: estos están donde tienen que estar.

La segunda pregunta es más simple aún: ¿Si tiene tiempo libre, con quien quiere estar? Esta debería ser una pregunta fundamental antes de irse a vivir con alguien o incluso escoger un lugar donde vivir, ya que cada vez que tenemos tiempo libre hacemos lo que más queremos y casi siempre donde más queremos, y si nuestra primera intención es ir a casa a estar con nuestra familia o pareja, sin duda esa relación tiene base muy poderosas.

La tercera no es tan simple, pero es fundamental hacérsela continuamente: ¿estoy donde quiero estar? Hoy es muy fácil cambiar de ciudad, de país e incluso de nacionalidad, pero por algún motivo seguimos donde estamos. Siempre es fácil ver lo bueno de lo nuevo y lo malo de lo cotidiano, pero algunas personas han sabido reconocer lo valioso de lo cotidiano y están enormemente agradecidas por la casa, la ciudad, la empresa o el país donde viven, lo cual es mucho más visible en los extranjeros que continuamente dicen que están agradecidos por las oportunidades y como los han recibido y son orgullosos de obtener su nacionalidad, porque a diferencia de aquellos que no cambian de país, ellos si escogen de que nacionalidad quieren ser, y luchan por ello.

Estas tres preguntas nos dejan ver si estamos enfocados en la vida. Seguramente si una persona joven intenta contestarlas no será tan fácil porque no se ha contestado la pregunta más profunda de todas: ¿Qué necesita para ser feliz?, o, ¿Qué quiere hacer en su vida?, o incluso la pregunta de ¿Cómo ayudo a los demás desde mi pasión? Ahora la pregunta obvia es: ¿Qué tan enfocado esta usted?

Colombianada: Se dice que los colombianos de clase base quieren ser mexicanos, los de media norteamericanos y lo de alta británicos; ¿alguien quiere ser colombiano?

miércoles, 8 de abril de 2015

¿QUE ES MARKETING?, Columna para Portafolio.co

Mucho se habla del rol del mercadeo y la verdad es que hasta la traducción queda corta. Mercadeo no es marketing, es una versión muy limitada en una palabra en español de la enorme expresión que es en inglés. No es la activación del mercado, ni mucho menos los proceso para llevar un producto entre el productor y el consumidor; es un verbo en infinitivo, no un simple adjetivo.

Marketing es una ciencia social que busca la mejor manera de satisfacer las necesidades de los consumidores, y como ciencia socia es inexacta y aún demasiado joven para tener las mejores respuestas; quizá comenzó en los cincuentas a ser definida de manera académica, pero como el comercio pueden ser tan antiguas como la humanidad misma, y quizá por esto se le confundes continuamente, situación que se profundiza cuando se evidencia que muchos departamentos de marketing en el mundo dependen de la vicepresidencia comercial. Otro error común es pensar que marketing es publicidad, que es casi lo mismo que decir que la economía es contabilidad, porque es lo que más fácil se aprecia de ella.

La pregunta más importante es qué no es marketing. Marketing no es publicidad, ni una marca, ni mucho menos una herramienta de venta; quizá si tiene que ver con procesos que ayudan a llevar el producto al consumidor final, pero no es solo eso, porque esto no lo satisface per sé, ya que también hay que estudiarlo para crear correctamente el producto y entregarlo de manera correcta. Cerca de 1950, Neil Borden planteo el “mix ideal” para lograr un buen marketing, y eso llego a ser conocido después como las “4p” (Producto, Precio, Plaza y Publicidad), que evidencian que desde sus orígenes el marketing era mucho más que vender, ya que comenzaba en el diseño del producto, la estructuración de precio, la definición de los canales de comercialización y la forma de la comunicación, y desafortunadamente hoy es muy poco común verlos en las dos primeras, y esto ha fundamentado su incomprensión.

A esto suma que el marketing ha tenido muchos pecados, pero uno en particular: el narcicismo de los marketeros, y en particular de aquellos que son consultores o “expertos”. Quizá desde la publicación de “Marketing Management and Strategy”, Philip Kotler se convirtió para mucho en el padre del Marketing (que quizá debió haber sido Borden, pero no es reconocido como tal), muchos han querido ser considerados “gurus” del tema y han lanzado sus propias definiciones y metodologías para diferenciarse del trabajo de Kotler y sus semejantes, causando una dispersión enorme de conceptos, definiciones y reduciendo la construcción de la ciencia a una guerra de vanidades absolutamente ridícula, al punto que la American Marketing Asociation no ha actualizado su definición de marketing desde 2007, quedando rezagada en el proceso. Esto se profundiza con la necesidad de muchas consultoras de tener conceptos y metodologías propietarias que les permitan hacer modelos de consultoría estratégica diferencial, y por estoy hay tantas cosas que hoy se confunde con el marketing, como el caso del datamarketing, neuromarketing o etnomarketing, que el mejor de los casos no son más que herramientas de la investigación de mercados.

El marketing es la ciencia que más ha ayudado a reducir la pobreza en el mundo y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, lo cual se observa simplemente en los datos de ingreso per cápita, índices de desarrollo humano, población en pobreza y otros indicadores sociales desde 1950 hasta hoy, donde el ambiente desarrollado por las política públicas, monetarias, los cambios demográficos, la consolidación de la democracia y el desarrollo industrial fueron hábilmente comprendidos por las empresas, que por medio del marketing comenzaron a cambiar al mundo, y hoy lo único que se oye es que se ha llevado a la sociedad a un malvado modelo consumista desmedido, que es un remanente conceptual de la guerra fría para atacar las bondades del capitalismo. Hoy el mundo tiene la calidad de vida que ha alcanzado en buena medida gracias al marketing y al consumo, y eso que aún es una ciencia joven.

¿SEREMOS MUSULMANES?, Columna para El Nuevo Siglo

Pasada las reflexiones de Pascua, los medios de comunicación recuerdan una verdad inevitable: en 2050 aproximadamente, Europa tendrá más personas musulmanas que católicas, debido a las migraciones del Magreb y Europa Asiática hacía el viejo continente y los enormes diferenciales en tasas de natalidad entre las dos poblaciones.

Esto nos debe llevar a pensar que el mundo cada vez será más musulmán, y de ellos entendemos muy poco, y eso se limita a considerarlos terroristas debido a unos casos particulares, y que el mundo será mucho más Halal que Santo en poco tiempo.

Esto no solo tiene implicaciones enormes en el futuro, que nos exigen saber cómo es esta cultura, sino que nos llevará a comprender que inevitablemente tenemos muchas cosas en común, debido a nuestro pasado. Para nadie es un secreto que los “moros” dominaron España por más de 7 siglos, y que impregnaron al Reino de Granada y Castilla de muchas cosas musulmanes, que se han ido mimetizando en el tiempo pero son mucho más relevantes que las palabras que comienzan por “Al” como almohada o almojábana, como el oscurantismo que esto causó en el rol de la mujer en nuestra sociedad por mucho tiempo.

Adicionalmente, las poblaciones negras que llegaron a América, no eran propiamente tribales, sino esclavos del Magreb, que trajeron sus creencias ancestrales y a Alá a los altares colombianos, debido a que esa mano de obra construyó las iglesias en el país, dejando marcas y símbolos musulmanes escondidos en los tempos, como bien se ha establecido en diversos escritos históricos.

Esto ha causado que por años hayamos recibido influencias musulmanas en Colombia completamente desapercibidas y recibamos mucho más fácilmente a esta cultura, porque ya está en buena medida mezclada con la nuestra, como en la cultura del café, el machismo e incluso la importancia de los jardines florales.

El mundo se torna cada vez más musulmán de una manera lenta y silenciosa, causando un enorme reto a un sincretismo religioso secular, que debe permitir que este credo crezca según la gente crea en él, pero que no afecte las instituciones capitalistas y democráticas en que vivimos, lo cual es muy difícil ya que la civilización islámica no diferencia claramente la política de la religión. Por esto, es prudente comenzar a entenderlos, leerlos, comprenderlos y no etiquetarlos como terroristas, porque en muchos casos, nos estaríamos etiquetando nosotros mismos.

Colombianada: si cada vez hay más musulmanes, quizá veamos a más políticos mancos.

sábado, 4 de abril de 2015

¿DESINSTITUCIONALIZACION?, Columna para El Nuevo Siglo

Oí decir a un compañero hace unos días que antes tenía sentido decirle “Honorables” a Congresistas, Alcaldes y Magistrados, porque tenían el honor de servir al país y representar al constituyente primario, pero los acontecimientos de los últimos años, ya decir “Honorable” se ha convertido en una burla. Y parece que tiene razón.

Esto ha llevado a que algunos digan que el país está en un proceso de desinstitucionalización, más esto no es verdad, lo que ha pasado es que los actos perversos, egoístas y abusos de poder de unas personas, se han evidenciado los problemas que tienen y que deben ser corregidos, pero no es que la Corte sea corrupta, es que tiene miembros corruptos, inclusive si son todos ellos. No podemos confundir las instituciones con las personas que las componen, o de lo contrario estas desaparecen tan pronto el funcionario deja su periodo.

Mucho de este proceso comenzó con el cambio constitucional sobre la reelección, que desartículo en buena parte el equilibrio de poderes y otra parte por el abuso de los derechos de los ciudadanos, como en el caso de mal llamada “Tutelatón” que se dio para evitar que Petro fuera destituido, poniendo a las instancias jurídicas del país en vilo ante la comunidad internacional, sumado a debilitamiento de los partidos políticos y la entrada de criminales a la política.

Nuestras instituciones son tan fuertes como las personas que las dirigen, y en algunos casos, más fuertes que ellos mismos. La tutela ha sobrevivido todo tipo de señalamientos y usos equivocados, el servicio militar ha permitido mucho más que dar tropas a las Fuerza Armadas, e inclusive la ciclovía ha mostró su impacto en cultura ciudadana, y han sobrevivido a un sinnúmero de personas que han querido cambiarlas, deformarlas o eliminarlas. 

Nuestras instituciones son más fuertes que las perversas personas que se sientan sobre ellas y que creen que son sus dueñas, cuando realmente son sus inquilinos, a los cuales les dejan el prefijo “ex”, para que se jacten de sus errores o de sus aciertos.

Necesitamos que las Cortes, el Congreso e incluso la Presidencia (y sus símiles en diversos niveles) sean espacios donde sólo lleguen personas que estén dispuestas a servir, a cumplir la ley y a ser ejemplos a seguir; donde cada día fortalezcan la institución en la que han sido nombrados y no lo contrario. 

Es momento de pararnos y defender nuestras instituciones y no permitir que les hagan una cirugía para modificarlas, cuando los que deben entrar al quirófano son aquellos que perdieron su sentido moral, profesional y patriótico que juraron tener al posesionarse. 

Colombianada: necesitamos funcionarios que honren las instituciones y no aquellos que lo mejor de su cargo es ser “ex…”.

miércoles, 1 de abril de 2015

EN LOS MILLENIALS NO ESTARÁ EL FUTURO, Especial para Revista P&M

Los Millenials, por acá, los millenieals por allá. Hay una cantidad increíble de estudios, ponencias, metodologías y libros hablando de los millenials bajo la premisa que ellos son el mercado que se debe cautivar y que debemos comprenderlos porque son el futuro del mercado. Esta afirmación no solo es falsa sino que ha llevado a muchas empresas a cometer errores enormes en sus estrategias de posicionamiento y sostenibilidad.

Lo que la evidencia muestra es que en términos proporcionales lo que más está creciendo son las personas mayores de 55 años y es un mercado que esta quedado desatendido por la moda de apuntar a la base de la pirámide poblacional, sin entender que en muchos casos también es la base de la pirámide de ingresos.

Los millenials no tienen hijos, no quieren estabilidad laboral, sus imaginarios institucionales son anémicos y han puesto la felicidad como su objeto de vida, lo que hace el mercado deba adecuarse a esto de una manera profunda y para eso todos los estudios son bienvenidos; pero no lo son para decir que este nicho es el futuro del mercado, cuando es evidente que son más dados a las economías colaborativas, el Long Tail y las cosas gratis, mientras que el mercado que más crece en pesos esta en las personas mayores, que tienen menos responsabilidades, buscan entretenimiento y tiene un gasto en salud importante.

Los millenials y los boomers (los verdes y los café en las generaciones de RADDAR) tienen cosas en común que pocos se han dado cuenta: tienen mucho tiempo para entretenerse, no tienen que mantener a sus hijos y no están pensado en tener más; los unos no quieren comprar casas porque ata y los otros ya la pagaron y por eso ninguno de los dos destina grandes recursos a esto; al comprender esto se nota que son los boomers los llamados a cambiar el mercado, no solo porque tienen el ingreso disponible mas alto, sino porque se convierten en un reto enorme para el mercadeo, ya que la comunicación, las estrategias, los productos y los canales deben amoldarse a un fenómeno “vintage” que redirigirá los procesos: no es lo mismo venderle a un joven que cambia día a día, que a un viejo que tiene costumbres pasadas que no las va a cambiar fácilmente.

El nuevo mercado no es de jóvenes, es de viejos. Nuestra edad promedio aumenta y la esperanza de vida también, y si las marcas siguen considerando este nicho de mercado como un segmento no objetivo, no solo perderán mucho dinero, sino que harán que los jóvenes que los usan piensen si esas marcas están en la capacidad de acompañarlos y satisfacerlos toda su vida.

Hoy un “viejo” prueba cosas, pero las compara con lo que conoce, mientras un joven no tiene un punto claro de comparación; en adición a que ese “viejo” no solo ha probado mucho y sabe que le gusta, sino que tiene muy claro que no, y esto hace sean clientes muy exigentes, que piden calidad, estatus y servicio, lo que hace que sean clientes muy complejos de llevar.

En la mitad estamos los X o Grises según RADDAR, que tenemos un poco de ambos, buscando ser jóvenes para continuar con las experiencias novedosas y la vida de placer, pero buscamos ser viejos para disfrutar de las cosas de alta calidad y de una vida más pausada y serena. Al estar en la mitad de estos mundos, y viendo como el marketing apunta a favorecer a los millenials, los X se ven influenciados y limitados por las condiciones de mercado y caen en la trampa de actuar como “jóvenes” y perder enormes niveles de satisfacción.

Para nadie es un secreto que el Custumer Life Cicle funciona bien, y parte de la premisa de educar al comprador y al consumidor desde una fase de conocimiento y experimentación, a llevarlo a ser un experto en la categoría; pero esto se ve truncado cuando el mundo del marketing se la juega al “Fast Marketing”, que como el Fast Food sirve buenos alimentos, baratos y sin un valor agregado importante y sabiendo que hay cosas mucho mejores en el mercado.

Triunfaran las marcas que sigan sirviendo a manteles, con calidad y dedicación, que generen un sentido de identidad y aspiración en sus consumidores, y los otros caerán en un entorno de commoditización tal que las marcas serán sellos adicionales para diferencias cosas mínimas entre productos y servicios.

Abramos los ojos: el futuro no está en los millenials, está en los boomers, a los cuales les quedan más de 20 años en el mercado, y son los que realmente están definiendo el futuro del mundo.

¿MAL PRESIDENTE?, Columna para Portafolio Recibidos x

¿Mal Presidente? Por Camilo Herrera Mora En un chat de unos amigos muy inteligentes e informados, leí que estamos en un “Rookie Time”...