martes, 17 de mayo de 2016

¿AHORROS CON CORRECCION MONETARIA?, Columna para Portafolio

¿Ahorros con corrección monetaria?
Por Camilo Herrera Mora

La norma no es clara, pero la ley que se promulgó en el Congreso, que aún no tiene sanción presidencial, puede que haya resucitado la corrección monetaria.

El Senador Barguil ha defendido continuamente al consumidor desde el Partido Conservador, como Simón Gaviria desde el Liberalismo, comprendiendo que las dinámicas sociales nos han llevaron a ejercer nuestros deberes y derechos ciudadanos como consumidores; situación que se hace evidente en el derecho a la salud, educación, libre mercado y al trabajo que se hacen realidad en el mercado y no por medio de derechos de petición.

Las leyes de portabilidad numérica de celular, el Estatuto del Consumidor, el estatuto del consumidor financiero y otras normas, han ido tomando fuerza como consecuencia de este entendimiento; más, como toda norma, tiene el enorme riesgo de ser excedida en su interpretación y llevar al ejecutivo a la tentación de violar la Constitución.

Sin conocer aún la versión final del texto de conciliación de la Ley, es claro que ésta busca que los bancos recuperen la naturaleza de las cuentas de ahorro, reconociendo en ellas algún tipo de interés, para que no sean cuentas corrientes sin chequera ni sobregiro, y dejen de ser cuentas de depósito sin rentabilidad. 

Más, el problema radica en que, como está escrita la norma, se puede dar un debate sin precedentes en el sector financiero. La norma dice que “las cuentas deben reconocer intereses positivos a los depósitos”, lo que puede interpretarse de dos maneras: La primera, que por lo menos la cuenta de ahorros debe tener un interés efectivo anual de 0,1%;. La segunda, que un interés positivo es el resultante de deflactar la tasa de interés efectiva anual por la inflación y que resulte un interés superior a la inflación misma. 

La norma debe ser clara, o de lo contrario se habrá revivido la corrección monetaria en Colombia. Lo cual no es malo, pero tampoco es del todo bueno, porque si bien, los ahorradores no perderán capacidad adquisitiva con sus cuentas y existirá un fomento claro al ahorro, las tasas de interés de préstamo subirán, para poder compensar esos intereses pasivos que se causan. Por esto, la norma debe ser muy clara y no dejar espacio a interpretaciones, o de lo contrario vendrán muchos problemas.

Cuando se planteó el esquema de corrección monetaria en Colombia en los setentas, el profesor Currie definió un esquema de corporaciones de ahorro y vivienda especial, para fomentar el ahorro y dinamizar la construcción, atando las cuentas de ahorro a la inflación. Este modelo comenzó a morir, cuando la fórmula de la corrección monetaria cambió y terminó estando anclada al DTF y eso dejo muy vulnerables los créditos hipotecarios a una crisis financiera, que desafortunadamente llegó.

Hoy se podría estar reviviendo el modelo de una manera diferente, lo cual puede ser muy bueno, pero como en los setentas, es posible que cause inflación, mayores tasas de interés para créditos, y es fundamental comprender que estaríamos en el escenario en que el Congreso regula precios, lo cual siempre será un gran debate, pese a la enorme satisfacción en el electorado. Por eso, es fundamental que la ley explique que es un interés positivo en la cuenta de ahorros, o de lo contrario habremos reformado el sistema financiero colombiano.

martes, 3 de mayo de 2016

¿Y SI DEJAMOS EL IVA EN 6% GENERAL?, Columna para Portafolio

El IVA en Colombia no es 16%. Hoy los hogares colombianos pagan un IVA promedio de 5,06%, por cerca de 26 billones de pesos, de los cuales desafortunadamente no todo llega al fisco nacional.

Existen productos exentos de IVA, con tasas 0%, 5%, 10% y 16%, causando enorme dispersión e incomprensión, donde muchos colombianos creen que el IVA es 16%, y por eso, les han cobrado de más muchas veces, causando un desfalco a todos los colombianos.

En ingresos bajos, las personas tienen una tasa media del 4,2%, destinando el 4% de gasto mensual a pagar IVA; los de ingresos medios, tienen una tasa de 5,15%, lo que significa un 4,9% de su gasto; y las personas de ingresos altos, pagan una tasa de 10%, destinando el 9,1% de su gasto a pagar el IVA. Así, el 21% este recaudo se causa en ingresos bajos, el 55% en medios y un 34% en altos, lo que demuestra que la actual estructura es progresiva, pero inequitativa y porque causa un “subsidio tributario” para los que tienen más ingreso.

Este subsidio tributario, se refiere a que los productos que no tienen IVA, no sólo protegen a los de ingresos bajos, sino que subsidia a los de ingreso medios y altos por no pagarlo. Por esto se ha planteado dejar un IVA universal en el país, aprovechando la reducción de la pobreza y el aumento del ingreso de los hogares, permitiendo un mayor recaudo tributario y la reducción de la evasión del impuesto.

Si se deja la tasa universal de 5%, manteniendo el mismo recaudo, la menor tasa de IVA en ingresos altos, genera un mayor gasto en muchas categorías, dinamizando más la economía, pero causando un mayor pago de impuestos en las personas de ingresos bajos, lo cual habría causa serios problemas en el pago de sus necesidades básicas, porque el impuesto pasa de pesar un 4% de su gasto, a ser del 5%, desplazando el 1% de gasto de diversas categorías.

Por esto, adicionalmente se debe crear un esquema de devolución de ese punto porcentual (o incluso más) por medio de esquemas subsidiarios directos en salud, educación y servicios públicos, que compensen ese mayor pago. 

Lograr que todos paguemos la misma tasa, dejando la progresividad a las dinámicas de gasto y compensando con subsidios directos, permite incluso que bienes suntuarios como televisores, ropa y carros, sean más baratos para la población de ingresos bajos, mejorando su capacidad de compra, y haciendo que las personas de ingresos medios y altos, paguen IVA por bienes básicos, y que compensarían ese mayor valor de los bienes frecuentes por un menor valor en los bienes suntuarios.

Así, se puede pensar en hacer una tasa general del 6%, aumentando el recaudo, simplificándolo y reduciendo los problemas de subsidios a los ricos, generando un esquema de subsidios directos en ingresos bajos, y dejando en claro que en el aumento de salarios de 2017, se incluya un aumento de 1% adicional para compensar el modelo, y elevando la norma a carácter constitucional, evitando así que sea vulnerable a cambios fáciles en el corto plazo.

El IVA a productos básicos no le gusta a nadie, pero nadie ha dicho que al no tenerlo, estamos subsidiando a los ricos, y un esquema como este, reduce los problemas, simplifica el sistema y beneficia mayormente a las personas de menores ingreso en el país. Vale la pena pensar en ideas como estas.

domingo, 1 de mayo de 2016

¿EN UNA CRISIS ECONÓMICA QUE DEBE HACER EL MERCADEO?, Especial para Revista P&M

Son muchas las razones de una crisis económica, pero una de las más comunes, es el miedo.

Las economías no son otra cosa que la suma de las decisiones del mercado, que en su mayoría son más emocionales que racionales. Muchos empresarios han hecho enormes empresas, solo siguiendo su instinto y no las recomendaciones técnicas; muchos de nosotros hemos hecho compras por impulso, que al final fueron maravillosamente satisfactorias, y otras realmente decepcionantes; todos los días, corredores de bolsa en el mundo, compran y venden acciones, más guiados por las emociones del mercado, que por las recomendaciones financieras de largo plazo. Por esto el PIB, no es otra cosa que la suma de las decisiones de las personas, y de una u otra manera, es un indicador sobre el nivel de miedo que siente la gente: si la gente invierte menos, es posible que lo haga porque tiene miedo de hacerlo en ese momento.

Un buen ejemplo es la idea de comprar un apartamento hoy en Colombia. Muchos dirán que es una locura, porque se vienen una reforma tributaria, la inflación está muy alta y las tasas de interés están subiendo y adicionalmente no sabemos qué va a pasar con el proceso de paz, y es mejor esperar a que las cosas estén calmadas. Más, si la cosa se analiza, estamos en uno de los mejores momentos para comparar vivienda en Colombia: la reforma tributaria que se presente al Congreso, afectará el mercado el año siguiente a su aprobación, por lo tanto, la compra del apartamento no tendrá nuevos impuestos este año; que la inflación este alta, causa que las tasas de interés suban aparentemente, pero una tasa hipotecaria de 10% anual , con una inflación del 8%, significa una tasa de interés real de 2%, que puede ser una de las más bajas de la historia del país para este mercado; el tema de paz no afecta en nada la compra de vivienda, porque es un tema político, que en el peor de los casos genera un mayor pago de impuestos, haya o no comprado el inmueble; y pensar que algún día en Colombia las cosas van a estar calmadas, es bien difícil.

Lo mismo aplica al mercado de carros, que hoy puede aprovechar tasas de interés reales bajas para dinamizar su mercado, pero el grueso de los potenciales compradores no entiende esto. ¿Dónde está el error?, en que la gente de mercadeo también tiene miedo.

Una inflación alta asusta al comprador, porque puede comprar cada vez menos de las cosas que compraba antes; pero esto es consecuencia de un aumento de precios en muchas categorías, para ajustar sus costos, incluyendo mejores salarios para sus trabajadores, cosas que benefician al mercado, pero nadie está mostrando eso, y solo se quedan en buscar la forma de asegurar ventas, no de traer calma al entorno.

La gente de mercadeo debe comprender que son los encargados de evitar las crisis. Una crisis financiera por la caída de la bolsa, se da por el miedo que tienen muchos tenedores de acciones sobre un mercado, y esto solo pasa en mercados muy volátiles como el petróleo, porque compañías como Disney, hacen las cosas tan bien con su marca, que aseguran que esa volatilidad sea menor. Un ejemplo claro, fue lo de Volkswagen, que pese a haber anunciado que le mintió al mercado y está contaminando más de lo que debería, el valor de su acción ya ha comenzado a subir, porque la gente sabe que la marca es más grande que ese error. El caso contrario puede ser Kodak, donde las decisiones de mercadeo, quebraron la compañía.  

La mayoría de los inversionistas esperan las crisis para encontrar oportunidades, y los marketeros deben hacer lo mismo. Si tienen que subir el precio del producto, súbanlo, pero agreguen más valor para el consumidor, que estará a dispuesto a pagar más por mas, y no más por lo mismo.

Por eso el mercadeo, debe hacer mercadeo en las crisis, e incluso hacer un mercadeo tan bueno, que las crisis no lleguen; debe generar confianza en el mercado, tranquilidad en el comprador y satisfacción en el consumidor. Por ejemplo, en un momento de inflación al alza como ahora, se le puede comunicar a los consumidores, que la marca comprende el momento y que por eso hará una campaña de recompra de productos, como hizo Imusa con los sartenes hace unos años, o Mango con el descuento por entregar ropa usada, o incluso los planes de recompra de los automóviles.

Siempre hay soluciones, buenas ideas y propuestas audaces, pero el miedo nos limita, y en muchos de los casos, lo que ocurre, es que vemos como la competencia si tuvo las agallas de hacerlo y perdimos mercado. El mercado es de los valientes, el mercadeo es de los astutos.

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