martes, 20 de diciembre de 2016

La variable económica de 2017 El empleo, el héroe del año. Especial para El Espectador

La variable económica de 2017
El empleo, el héroe del año.
Por Camilo Herrera Mora
Presidente de RADDAR Consumer Knowledge Group
Especial para El Espectador
Diciembre de 2016


En un año donde casi todas las variables de la economía estuvieron a prueba, con un crecimiento del PIB posiblemente inferior al 2%, decir que el empleo creció y que la tasa de desempleo se redujo, no solo es algo de resaltar sino un fenómeno que debe ser revisado en detalle por los analistas, para comprender por qué y cómo ante un freno en la producción y el ingreso, nuestra economía tuvó la capacidad de crear más de 200 mil empleos.

En los últimos 6 años, RADDAR Consumer Knowledge Group y El Espectador, han trabajado buscando la variable económica del año, bajo la premisa de señalar una de las variables más relevantes para el comportamiento positivo de la economía colombiana durante el periodo. Así, El comercio (2010), Empleo (2011), El déficit fiscal (2012), La racionalidad en las compras (2013), el dólar (2014) y el consumo de Hogares (2015) han sido señaladas como motores fundamentales de nuestra economía en cada año, y en 2016 repite de manera inesperada el Empleo.

Claramente no fue un gran año para la creación de puestos de ocupados, porque solo se crearon unos 146 mil empleos en el año, mientras que en 2011 este número supero los 800 mil. Más, lo que cabe resaltar son dos fenómenos fundamentales. El primero es que la economía colombiana en 2010 creció un 4% y un 6,6% en 2011, siendo esta expansión un claro motor de generación de puestos de trabajo, mientras que en 2015, crecía a tasas del 3,1%, y en 2016 difícilmente logrará el 2%, lo que implicaría un freno en el mercado laboral, pero este logro crecer pese a todas las adversidades. El segundo se refiere a la tasa  de desempleo, que en 2011 fue en promedio de 10,8%, y en 2016 puede ser inferior al 9%, mostrando que no solo se crearon los suficientes empleos, y que otras variables como la cantidad de desempleados no se redujeron, sino que la cantidad de inactivos creció de manera importante. Los inactivos, “entendiendo a ésta como aquellas personas que estando en edad de trabajar decidieron no participar en el mercado laboral, es decir, no trabajaron y no se encontraban desocupadas en el período de referencia” según el DANE, absorbiendo cerca de 315 mil personas que no buscaron empleo.

Esta dicotomía entre la creación de 145 mil empleos y el aumento del 315 mil personas en los inactivos, ha tenido a muchos analistas pensando, ya que la gran mayoría declaran estar en tareas del hogar y cerca del 82% son mujeres, mostrando un comportamiento muy claro en el mercado, donde cada vez más mujeres declaran que se dedican a oficios de la casa, siendo cerca de 5 millones de ellas, lo cual puede ser entendido de muchas maneras desde los datos del DANE, desde considerar esto como algo bueno, porque la gente no salió a buscar empleo, o algo malo, porque la gente prefirió quedarse en casa y no salir a buscar trabajo.

Estos 145 mil ocupados nuevos se dan en un entorno muy negativo de la economía, donde la inflación casi supera el 9%, el paro camionero afectó a casi todos los sectores, la incertidumbre del proceso de paz, la demora en la presentación de la reforma tributaria y donde el gobierno no puso en marcha las obras de infraestructura de 4G, y cuando la política monetaria del Banco de la República tenía como fin desacelerar la economía para bajar la inflación, situaciones que los hace esos puestos de trabajo aún más valiosos. 

2017 puede tener un mejor comportamiento en muchas de las variables económicas y esto hará que se creen más puestos de trabajo y que la inflación se frene, pese al aumento del IVA en varios productos. 2016 nos recordó que pese a las dificultades si se pueden crear puestos de trabajo, en casi todos los sectores y que si estos no se crean la demanda se frena de manera importante, afectando a todos, incluso a la misma estructura de las familias colombianas.

jueves, 1 de diciembre de 2016

2016, EL AÑO DE LA INCERTIDUMBRE, CONSUMER DATA ANALYSIS Especial para Revista P&M

CONSUMER DATA ANALYSIS

2016, EL AÑO DE LA INCERTIDUMBRE
Por Camilo Herrera Mora
Presidente de RADDAR Consumer Knowledge Group
Especial para Revista P&M


Este no fue el año en que las cosas salieron mal, sino fue el año en que nadie sabía que iba a pasar. El año comenzó sin saber que iba a pasar con la paz, el efecto del niño, la reforma tributaria, la Selección Colombia e incluso no sabíamos que iba a pasar con la inflación, y nadie se preparó para el paro camionero, el miedo a la niña, la elección de Trump o la consolidación de los hard discount en el mercado.

En enero escribí en este mismo espacio un texto que terminó siendo terroríficamente premonitorio: “2016 será un año retador para todos, porque debemos subir precios y darle más al consumidor final, o de lo contrario, llegará alguien más barato que cumpla con satisfacer lo básico, o un jugador nuevo a un precio similar, que sólo por el hecho de ser nuevo lleva las de ganar.  La verdad, el juego es el mismo de siempre: como darle cada vez más satisfacción al consumidor”. La llegada y consolidación de los hard discount en el mercado son sin duda el fenómeno de mercadeo de 2016, porque comprendieron el fenómeno de los precios en un entorno inflacionario, y entregaron un valor fundamental a las personas: tiempo a los mayores y menos bolsas plásticas a los jóvenes, comprendiendo sus dolores colectivos, y solucionándolos de manera directa. Ganó el precio bajo y el valor, y perdieron las marcas que se quedaron ancladas a su arrogancia.

Cada mes comenzaba lleno de preguntas y mientras pasaban los días, no se resolvían las respuestas, sino que se acumulaban más preguntas. Mes a mes, los empresarios dejaron de tomar decisiones fundamentales para su negocio, por no tener la claridad acostumbrada para tomar acciones, y en esa turbulencia, otros jugadores comprendieron que el mundo hoy es más líquido y no hay que esperar a tener los pies en la tierra, porque ya la tierra no existe. La teoría de “dame un punto de apoyo y moveré el mundo”, se acabó, y llegó una época en donde lo mejor es aprender a surfear o mejor a hacer windsurf, porque vivimos en un mercado que se parece cada vez más al mar, donde debemos estar listos para todo tipo de olas, vientos, total calma o la tempestad más compleja; sobre un piso que no es sólido, sino dinámico y cambiante, peligroso y profundo.

Esta idea se la escuché hace muchos años a Beatriz Sánchez, cuando era la Presidenta de la Sociedad Colombiana de Economistas y sin duda quedó clara en 2016. El mercado cambia a velocidades inesperadas y no nos podemos quedar esperando a que pasen cosas de siempre y en las que podamos apoyarnos, porque no podemos suponer que las cosas seguirán igual, y por el contrario, debemos estar listos para poder flotar, aprovechar el viento y dominar la ola, o de lo contrario, llegará algún jugador nuevo que si sabrá aprovechar esto. Buen ejemplo es la pérdida de valor de las marcas este año, la caída en los márgenes, las menores ventas de las grandes cadenas y la llegada de los nuevos formatos incluidos Rappi y domicilios.com.

El gobierno no supo jugar en este mercado líquido y las empresas, menos. Todos se quedaron esperando que la paz se firmara, que se presentara la reforma tributaria, que no les pusieran IVA, que el gobierno solucionara todo, cambiando el mercado pero sin cambiar nada, como siempre lo piden. Mientras tanto, los hogares quedaron abandonados, y nadie les generó confianza, causando una fuerte contención de compra, que sumada a la inflación, desembocó en una menor creación de empleo, frenando aún más el mercado, sin poder contener el alza de precios, y logrando el nivel de aumento de precios más alto de los últimos años, siendo para muchos millenials, la inflación más grande que han vivido, lo que retó a los marketeros, que no sabían cómo actuar porque no podían hacer más descuentos, porque ya habían quemado esa herramienta de manera inútil en los años pasados.

La incertidumbre reinó y la gente se quedó esperando a que alguien hiciera algo, y ganaron los que lo hicieron, dejando muy mal paradas a muchas marcas, que se quedaron de espectadores y se les olvido que ser líderes, significa liderar.

Nota al pie: mientras escribía esto, Comapan relanzaba su marca; es un buen augurio de cambio.

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