Estamos en un proceso de paz con un grupo guerrillero, pero es bueno revisar la realidad de la paz en Colombia; no sabe a qué llamamos paz, pero es algo cercano al fin de la violencia y un entorno de tranquilidad y seguridad, y es evidente que eso no se va a definir en La Habana ni que los que están allá sentados puedan hacer mucho al respecto. Según Forencis – la publicación de Medicinal Legal, cerca el 11% de los homicidios en el país son debido al conflicto, ¿y el 89% restante, qué?
Los colombianos debemos dar un paso enorme y comprender que somos más violentos que muchas otras sociedades, y que quizá esto tiene profundas raíces históricas con desarraigo, invasiones, violaciones de derechos, injusticias, abusos e incluso abuso de poder de algunas personas, pero esto no es excusa para justificar actos violentos. Si seguimos pensando que nuestra historia viene del desangre y por eso debemos continuarlo, estamos condenados.
Los colombianos tenemos que hacer las paces con nuestro pasado; dejar atrás todos esos señalamientos, rencores y ganas de venganza que nos llenan de odio y nos llevan a la violencia. Debemos dar un paso enorme y comprender que el futuro debe ser mejor que el pasado, o de lo contrarios somos unos enormes mediocres.
¿Cómo hacer esto?, actuando y dejando de debatir tanto en el cómo hacerlo. Es obvio que somos una sociedad conservadora y ortodoxa, y eso causa que los cambios nos cuesten mucho y que las diferencias de opinión se profundicen por la necesidad de tener un solo punto de vista, y es acá donde debemos avanzar más, aceptando que dos ideas diferentes pueden coexistir porque ambas pueden ser correctas, y esto en el fondo significa comprender que no existen verdades absolutas, sino muchas salidas a un mismo problema.
Cambiar es difícil, y más aún cuando creemos que tenemos la razón. Debemos dar pequeños pasos, como dar la vía al manejar, que es el más pequeño gesto de darle la razón a otra persona, sin que esta persona la tenga, simplemente es un gesto simple de civilidad, que no es dejar que el otro gane, como muchos lo asumen.
No necesitamos a aprender a solucionar conflictos, sino a aceptarlos y convivir con ellos, porque siempre habrán conflictos, y estos no deben desaparecer, sino dar pie a que todos opinen sobre ellos y se encuentre la mejor solución posible; somos seres pasionales, entregados a nuestras creencias y puntos de vista, y por eso muchos están dispuestos a “matarse” por eso, en la política, en las barras de futbol e incluso en las asambleas de los edificios.
Demos el paso, escuchemos al otro y comprendamos que para él, Él tiene la razón, así como nosotros creemos que la tenemos, y busquemos la mejor salida donde ganemos ambos, y no en la única en la que ganamos, porque seguramente es en la que todos perdemos.
Colombianada: No creo que necesitemos un acuerdo de paz con los grupos armados tanto como necesitamos un acuerdo de civilidad entre nosotros.
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