martes, 12 de abril de 2016

PASÓ UN TRIMESTRE DIFÍCIL, Columna para Portafolio

El gasto de los hogares se desaceleró menos de lo esperado. Se sabía que sería un trimestre difícil porque la inflación y El Niño frenarían el gasto; adicionalmente, el año pasado la semana santa fue en abril, y por eso al comparar con el festivo en marzo, por esto se sabía que los datos no serían buenos, porque se causan más o menos 2 días hábiles menos en el trimestre, lo que reduce la dinámica de gasto cercano al 3%, donde esperábamos un dato entre 1,5% y 2%.

El gasto de los hogares creció un 2,4% en términos reales con respeto al mismo periodo del año pasado, después de haber crecido al 4,3% en el primer periodo de 2015, y frenando ante un crecimiento anual de 4,3% en el último trimestre de 2015. Esta menor dinámica del gasto de los hogares se explica por el fenómeno calendario, por la inflación, la devaluación y sobretodo la emocionalidad de los hogares ante el tema político, y por la menor compra de carros.

Cuando salgan los datos de comercio del DANE de febrero serán positivos pero los de marzo no, por el efecto calendario, mientras la confianza del consumidor seguirá negativa, ya no solo por el efecto devaluación, sino por tema de inflación que está haciendo presión en los hogares. La gran pregunta, ¿es qué puede pasar ahora?, abril será un mes positivo, debido al efecto calendario de semana santa, y si la inflación comienza a ceder, puede que mayo tenga un mejor comportamiento, que se verá reforzado por la mayor capacidad de compra que podría tener la prima de mitad año. Es decir que, si la inflación comienza a ceder, el segundo trimestre tendrá un mejor comportamiento que el primero, pese al mal clima político en que estamos.

El tema de inflación depende de El Niño y de lo que el Banco de la República pueda hacer para contener inflación, pero el tema político cada vez pesa más en el ánimo de los hogares, que están en la zozobra del proceso de paz y de la reforma tributaria, mientras ven escándalos continuos en el gobierno nacional, que llevarán al Presidente a su popularidad más baja.

Es fundamental que el gobierno genere confianza en el mercado interno, porque el empleo va bien y si la inflación baja, las cosas pueden mejorar en el segundo semestre, y los hogares tendrán la capacidad de compra para dinamizar las cosas, pero esto solo ocurrirá si se sienten optimistas sobre el mediano plazo del país.

Se puede decir que ya pasamos el trimestre más difícil, pero como el tema del acuerdo de paz se alargó, tendrá efectos profundos en el comportamiento de gasto de bienes durables en los hogares, como en el caso de la industria automotriz, y claramente dependemos de la dinámica de inflación, que está fuertemente vinculada al aumento de servicios públicos, y no a las frutas como se ha mencionado recientemente.

El gobierno tiene como manejar el tema, pero debe tomar decisiones de fondo, como reducir la tarifa de la energía eléctrica a los hogares, que crece a tasa del 5% anual, con un ahorro del mismo monto, causando que los hogares que se están esforzando por colaborar, sientan de manera real un alivio en su canasta de pagos mensuales. Si los hogares se esfuerzan, es momento que el gobierno compense eso y equilibre la balanza.

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