sábado, 2 de febrero de 2013

¿CÓMO HARÁ URIBE?, Columna para El Nuevo Siglo


Uribe ya comenzó a mover sus fichas, que más allá de seguir cambiando el tablero político en Colombia, y con lo que hará Santos en muy probable que se lleven por delante los partidos tradicionales.

Uribe liderará un partido que recogerá mucho del conservatismo y de la U; y  Santos unificará a Cambio Radical, el liberalismo y el ala restante de la U, mientras que la izquierda – como siempre – se presentará divida en Polo, Marcha y Pido La Palabra.

Así los tradicionales liberales y conservadores no tendrán candidatos presidenciales y sus listas al Congreso dependerán de sus caciques electorales. Lo que consolida el proceso de pérdida de poder y discurso de los viejos partidos, y la consolidación de los grupos políticos en pos de una persona.

El reto de Uribe no es simple. Bien puede encabezar la lista de su Partido, y asegurar cerca del 30% del Senado, pero esto no asegura que el candidato presidencial que se defina lleve esa misma votación, porque si algo le quedó al elector de la elección anterior es que no es posible “Uribe en cuerpo ajeno”, como se ha mencionado.

Así, el gran reto estará en el Congreso en 2013. Los uribistas tomando filas hacia Uribe (perdiendo control político y cuotas en pleno proceso electoral), los gobiernistas defendiendo al Gobierno (seguramente a expensas de beneficios) y la izquierda criticando todo y sin proponer nada (mientras todos señalarán a Petro como el ejemplo de lo que podría ocurrir).

En este mar de política sin “oxígeno” se debe mover Uribe, aprovechando los ataques de las autodenominadas FARC, el tema del fallo de La Haya y la desaceleración económica, reprochando al Gobierno que los “huevitos” se están rompiendo; pero el manejo de imagen pública no será suficiente para asegurar los votos – que si bien en Antioquia son sólidos – ya en Barranquilla, Cali y Bogotá están embolatados.

El camino “parlamentario” del ex-Presidente no es claro y está lleno de riesgos, porque al dejarse contar nos daremos cuenta de cuántos uribistas “fieles y adeptos” hay en Colombia, y seguramente ese dato será inferior al esperado por él, y al ser vencido por Santos (porque no podrá poner un candidato que lo detenga), su capital político quedará muy golpeado.

Si Uribe no juega bien, en 2014 podemos ver el fin del proceso uribista, la pérdida de su poder y la consolidación de la aristocracia liberal santafereña nuevamente en el poder.

Colombianada: Ya algunos dicen que lo mejor es que Petro renuncie para mandarse a la Presidencia, y así no solo no lo destituyen sino que lo de Bogotá se arregla.
@consumiendo

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