lunes, 27 de mayo de 2013

¿NAVARRO?, Columna para El Nuevo Siglo


La gente en Colombia dice tener una posición política. Cerca del 5% son de extrema izquierda, un 12% de izquierda, 43% de centro, 24% de centro derecha y 13% de extrema derecha, según diversos estudios. Esto significa que sin importar qué es cada cosa, la gente tiene un bando tomado.

Los votantes por la Reelección estarán en el centro, seguramente más hacia la izquierda que a la derecha, los uribistas intentaran la derecha y algo del centro, y el Polo buscará aumentar su votación más allá de un 5%. La pelea e entre Santismo y Uribismo; pero este 95% del bloque votación es muy voluble, porque solo el 13% de la extrema derecha está definido, así que la pelea en primera vuelta es por el 88% que no son extremos.

El Partido Liberal con cerca de un 30% de simpatía y el conservador con un 12% no logran explicar ni la mitad del proceso, porque el votante ya ni es partidista ni sigue idearios, sigue coyunturas, pasiones y personas. Por esto, la entrada de una tercería es clara.

¿Quién y cómo?, sea como sea el tema nuevamente es la paz o el conflicto y la dicotomía entre izquierda y derecha. Por esto la tercería debe ser neutra pero con capacidad de decir que no es derecha ni de izquierda, pero que le apuesta a la paz, porque los votos se concentrarán en este tema por el eterno deseo de la calma y la fuerza que le va a meter el gobierno.

Sobre esto los hechos comienzan a hablar solos. Antonio Navarro salió hace unas semanas a decir que se debe buscar el camino para sacar de la cárcel a los militares involucrados en lo del Palacio de Justicia y esta semana terminó siendo vocero de la reunión de los Progresistas, mientras se le oye continuamente en radio y hablando con los de Pido la Palabra.

Navarro es un exguerrillero, que puede tener el respaldo de Mockus, Isaza, Ocampo, López y que al apoyar a Petro a subir en Bogotá ganó una imagen, que sumo más adeptos al renunciar prudentemente. Ha ocupado todos los cargos: excandidato presidencial, Senador, Ministro, Copresidente de la Constituyente, Alcalde e incluso invitado de Hora 20.

Este personaje tiene el capital político, la imagen y el concepto para poner en problemas al gobierno en su objetivo de la reelección y sin duda para mermar la andanada uribista, porque podrá plegarse a la oposición cuando quiera y cuando no. Es un símbolo de paz y democracia, y sólo le falta una maquinaria que lo apoye; pero no la logrará y lo sabe, por eso su reto es lograr pasar el del simple voto de opinión y aquí seguramente su apuesta será con jóvenes y medios de comunicación. El tercero está listo y tiene cara de segundo.

Colombianada: Es curioso como aún se oyen las manecillas del reloj de Lleras Restrepo en la política colombiana.

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