sábado, 18 de enero de 2014

QUIZÁ SOY INGENUO, Columna para El Nuevo Siglo

En los últimos días los medios de comunicación están inundados de información sobre un país lleno de complots, una derecha que domina al país y la violación de la democracia; quizá soy ingenuo en mi forma de ver las cosas, pero creo que las cosas no son así.

Considero que las ideas fundamentales detrás del Plan Bogotá Humana son buenas y por lo que he podido estudiar de primera mano sé que muchas de estas medidas han mejorado la calidad de vida en Bogotá. Desafortunadamente la destitución del alcalde mayor de la ciudad es completamente ajena a esto y por esto se da pie a una cantidad de discursos falsos sobre la situación.

Yo no sé si el fallo del Procurador es correcto o no, ni mucho menos si la sanción es justa, pero si comprendo que la Procuraduría encontró culpable al alcalde en un tema en particular y que como funcionario público debe sancionado; por eso no comprendo porque se dice que esto es un ataque a un proyecto social democrático, o que es un golpe de estado a un manera de pensar distinta ni mucho menos porque se le violan los derechos de los votantes al destituir a una persona que comete un error, cuando claramente es el quien violo y deshonró el voto de esas personas al cometer un acto por fuera del marco de la ley que juró defender.

Quizá soy ingenuo, pero yo no creo en cosas como el Club de Bildenberg ni mucho menos en un  grupo de derecha que maneja al país, menos aún al ver que casi todos los empresarios multimillonarios y políticos poderosos del país ascendieron de cunas de ingresos bajos.

Lo que le ocurrió a Petro es la consecuencia de un acto personal que afectó su proyecto político, y que quebró las esperanzas de muchas personas que creían en él, y que quizá por eso han aceptado fácilmente la idea que esto es un complot para que la izquierda no llegue al poder en Colombia, porque no conciben que sea un error de su líder ni mucho menos que el proyecto político pierda fuerza.

Es desafortunado lo que ha pasado, porque no sólo se desdibujó una idea interesante de pensamiento político en el país, sino que nuestras instituciones, los medios y muchos ciudadanos han sido violentados en su buena fe, porque es tal la confusión que han armado para poner la política sobre un fallo judicial, que el país quedará en la mitad de un huracán institucional internacional y la ciudad demorará aún más su desarrollo.

Hasta donde entiendo una persona incumplió la ley y fue castigado, y por eso se dice que es una conspiración contra todo un grupo de personas porque “piensan distinto”; quizá soy muy ingenuo, pero en este país no hay la capacidad institucional oculta para que una cosa así se geste, porque sería necesario que el mismo Petro fuera parte de ese complot.

Colombianada: No sé qué me molesta más que algunos digan que representan al pueblo o que la izquierda se sienta dueña ese pueblo.

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