sábado, 3 de octubre de 2015

6 MESES, Columna para El Nuevo Siglo

Se vienen 6 meses donde la tensión nacional será compleja. Será un tiempo de ataques, de malentendidos, sobreentendidos, malversación de información y sin duda, juego sucio de todas las partes. El costo de esta paz, comienza con un juego de confianza.

El paso que el país está dando es enorme, y todo esfuerzo de dicha magnitud, tendrá una fuerza contraria igual de fuerte. No es posible tener un cambio sin causar alguna crisis, y el gran reto del gobierno no será defender el proceso, sino lograr manejar correctamente la información en este tiempo: ya las FARC dicen que 6 meses es poco tiempo, que mucho de lo que el gobierno está diciendo no es cierto, Uribe dice que el proceso de paz parece ser para llevarlo a la cárcel, y el Procurador está procurando afectar el ambiente.

Toda esta presión es buena, sana y será fundamental para construir el marco de confianza que esto requiere, lo que pone a los voceros del gobierno en una prueba muy compleja: usar la prudencia y el silencio, para no contestar todo lo que se diga, y hacer que el pueblo colombiano comprenda que acá no cabe “el que calla otorga”, sino “a palabra necias, oídos sordos”.

Ya, “no hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla”, lo cual es un reto enorme que hará que las cosas deban pasar, y esto no se puede confundir que deban pasar contra viento y marea, ni mucho menos al costo que sea, ni como sea. Quedan pocos días para definir una arquitectura compleja, que dará pie a un gran proceso de construcción de Nación que hemos evadido por años.

Esto acabará la excusas, las barreras, las desconfianzas, los sofismas y las “macartizaciones”, y esto es una transformación cultura enorme donde las diferencias generacionales serán difíciles de manejar, exigiéndonos crear un mensaje nacional más allá de la paz, del fin del conflicto, de las amnistías y de los retos; este mensaje debe ser de renacimiento, de reconstrucción, de colectividad y de aceptación de la diversidad de pensamientos, formas y actuares.

Es emocionante pensar en todo lo que viene, con la enorme fortuna que 2016 no tiene procesos electorales locales, y que se podrá abordar este nuevo panorama político sin la terrible presión de la necesidad de conquistar electores con acciones fáciles y populares. Simplemente, cada vez es más fácil sentirse colombiano.

Colombianada: En seis meses el país saldrá de prisión, y debemos comenzar a conocer, comprender y perdonar a este preso que se quiere regenerar.

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