2015 ha sido un año de retos para la producción nacional, para los importadores y las multinacionales en Colombia ante el cambio de entorno por la devaluación, y mientras unos buscan solucionar problemas, otros están viendo las oportunidades.
En pasados días Almacenes Éxito adquirió una participación accionaria en las sociedades “Companhia Brasileira de Distribuição” o “Grupo Pão de Açúcar” y Libertad S.A., poniéndose como líder latinoamericano de Retail, y a falta de aplausos, comenzaron las críticas.
Casi inmediatamente la acción del grupo se ajustó en el corto plazo, debido al temor de los mercados por lo que ocurre en Brasil y Argentina, como si esta transacción fuera una inversión de corto plazo; pero eso no sorprende, porque los mercados bursátiles son así de sensibles, debido a que actúan según un horizonte de meses y no de años.
Esta inversión es simplemente un paso inevitable: Colombia se toma la región. Argos, Alpina, Grupo Aval, Bancolombia, Sura entre otros han realizado inversiones en el continente comprendiendo que el juego ya no es local; Situación que se suma a la expansión de los chilenos, mexicanos y peruanos por el continente, en un gran juego estratégico hemisférico, que pocos han entendido: para reducir el riesgo no solo es necesario diversificar el portafolio de inversiones, sino también los mercados.
Criticar este negocio es como criticar la compra de Cadenalco hace décadas o señalar a Sura por invertir en las pensiones regionales, o a Argos por comprar cementaras en otros países. Simplemente algunos siguen pensando que debemos tener medidas proteccionistas para nuestro comercio e industria, y quedarnos entre nuestras fronteras protegidos por el Estado, y en muchos cosas por nuestra propia mediocridad.
Decisiones de inversión como éstas, muestran de lo que son capaces nuestros empresarios: ven una oportunidad y la toman, la trabajan, la desarrollan, cambian las reglas de mercado y se multiplican. Obviamente esto es un riesgo, pero controlado como se hacen todos los negocios, donde todo radica en querer crecer y creer, asumiendo el rol de líder del mercado.
Gracias a esto, Colombia hoy tiene una puerta abierta para entrar con sus productos a uno de los mercados más grandes del mundo y quizá uno de los más cerrados de la región. En pocos años, productos colombianos estarán en estas cadenas, aumentando el empleo en Colombia, mejorando nuestras exportaciones e importaciones; inclusive, el mismo DANE tendrá que empezar a medir el Producto Nacional Bruto, porque nuestra relación con el mundo será lo suficientemente relevante, que no nos bastará con medir sólo lo que pasa en nuestras fronteras.
Brasil y Argentina pasan por momentos difíciles por sus condiciones políticas, pero son los mercados más grandes en capacidad de compra en Suramérica, y tener una parte de ese mercado significa tener casi el doble del mercado colombiano sólo en alimentos, y un factor multiplicador superior en textiles y otras categorías, sin contar con tener acceso al ecommerce más desarrollado de Latinoamérica, dando un paso enorme al desarrollo del comercio en Colombia.
Esta compra, no sólo es el mejor negocio de 2015, sino el más importante que el sector privado colombiano ha hecho en años, porque cuando se quiere llegar a una meta mañana, hay que tomar decisiones hoy: esa es la clave del éxito.
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