sábado, 1 de febrero de 2014

OPINAR, Columna para El Nuevo Siglo

Formarse una opinión es simple. Básicamente requiere tener información de una situación y sobre esto hacer un juicio de valor y tomar una posición, conforme no solo al acontecimiento sino las experiencias que hemos vivido antes en nuestras vidas. Lo que pasa es que nos formamos esas opiniones sin siquiera preguntarnos por una versión distinta de los hechos, o simplemente la de la otra parte, y cuando se nos confronta con otro punto de vista, nuestra respuesta es cercana a “yo sólo sabía una parte y por eso pensé así”.

El formarse una opinión sobre algo no nos da la libertad de opinar libremente sobre ello, ya que nuestras interpretaciones se basan en juicios de valor que hacemos sin estar bien informados, y al opinar libremente caemos en el enorme error de juzgar a otros y comunicarlo a más personas, que sin duda se formarán una opinión aún más sesgada de la situación.

Es casi imposible conocer la verdad de un acontecimiento, pero por alguna razón de nuestra propia naturaleza nos formamos opiniones y las expresamos libremente, como si fuera vital para nosotros que los demás conocieran nuestro punto de vista de una situación, sin importar las consecuencias que esto tenga.

Es poco frecuente la sabia persona que espera a saber más e incluso busca las demás versiones de los hechos para formarse una opinión equilibrada de lo que pasa; por el contrario, existen muchos ligeros que con un poco de información construyen grandes verdades de un comentario y transforman imaginarios. Simplemente la verdad está amenazada en cada momento por personas con opiniones mal formadas.

Nosotros los que tomamos la decisión de opinar públicamente en una columna tenemos el deber ético de ir más allá de una opinión “pandita”, con poca profundidad e información sesgada; debemos indagar, reflexionar, escuchar otros puntos de vista y formarnos una opinión que aporte al debate y no que simplemente sea grandilocuente para que muchos fácilmente se identifiquen son su postura. Como siempre, la popularidad se basa en satisfacer a los demás y no por eso significa que se construya con lo que realmente se debe hacer o decir.

Obviamente esta es mi opinión, y seguramente usted puede tener otra, la que espero haya estructurado mucho después de leer esto.

Colombianada: Yo opino, tu opinas, el opina, nosotros opinamos, vosotros opináis, ellos opinan, pero pocos se forman una opinión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿MAL PRESIDENTE?, Columna para Portafolio Recibidos x

¿Mal Presidente? Por Camilo Herrera Mora En un chat de unos amigos muy inteligentes e informados, leí que estamos en un “Rookie Time”...